OPTIMIZACIÓN DEL RIEGO.
El uso de sensores de humedad de suelo son una herramienta para medir el contenido volumétrico de agua presente en el suelo. Estos sensores permiten verificar cuánta agua obtienen sus cultivos debido a una lluvia y les permite ajustar la lámina de riego a aplicar con su sistema de riego. Sensores de humedad de suelo pueden ubicarse a diferentes profundidades de acuerdo a la zona de influencia radicular de la planta.
OPTIMIZACIÓN DE FITOSANITARIOS.
El uso de estaciones meteorológicas permite obtener información actual del clima así como también pronósticos. Si las lecturas del clima actual indican vientos sobre los 6km/hora, temperatura ambiente alta y baja humedad relativa, además de pronóstico de lluvia, el agricultor decidirá la no aplicación de fitosanitarios, evitando así una posible pérdida del producto o ineficiencias.
DIAGNÓSTICO DEL CULTIVO.
El uso de equipos para medición del índice NDVI (Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada) en la planta o equipos de medición de contenido de clorofila en las hojas, pueden ser empleados como indicador del estado de estrés del cultivo, principalmente debido a déficit hídrico. El estrés es un comportamiento de un área de cultivo afectada por algún tipo de deficiencia, siendo el primer indicio de un comportamiento no deseado en el cultivo, esta detección temprana permitirá la toma de acciones oportunas de manejo.
DESARROLLO DEL CULTIVO.
La suma de las unidades diarias de GDD (Growing Degree Days) permite predecir etapas importantes en el desarrollo de los cultivos como floración, fructificación, madurez y estimación de cosecha. Para calcular esta acumulación de calor promedio se usan los datos de temperatura, evaporación, radiación, recopilados en una estación meteorológica. Este concepto también es aplicado al control de plagas en sus diferentes etapas de desarrollo, lo que permite aplicar el tratamiento en el punto en que la plaga sea más vulnerable. En este concepto se explica el “destiempo” con que el agricultor señala que llegó su cosecha, en realidad la variabilidad climática define la llegada de la cosecha, y en la actualidad esta se puede monitorear.
MANEJO DE CALIDAD DE AGUA EN ESTANQUES.
El manejo apropiado de la calidad de agua de un estanque juega un papel significativo para el éxito de las operaciones acuícolas. Está documentado que el factor más importante para el aumento del crecimiento y la productividad en la acuicultura es mantener un nivel de saturación de oxígeno suficiente en el agua donde crecen las diferentes especies. Mediante el monitoreo y control continuo de los niveles de OD, los acuicultores pueden mejorar las tasas de conversión alimenticia, minimizar el estrés y reducir las enfermedades y la mortalidad de peces y camarones.